"Durante mucho tiempo viví con el corazón endurecido. No porque quisiera, sino porque era la única manera que conocía de protegerme. Crecí en un entorno difícil, marcado por el miedo, la pérdida y el dolor. Aprendí muy pronto a desconectarme, a no sentir demasiado, porque sentir era peligroso. Y cuando uno pasa demasiado tiempo en esa tierra árida, empieza a pensar que es su verdadera naturaleza. Hasta que la compasión llegó a mi vida y pude entender que la dureza no era mi esencia, sino una defensa. Desde entonces, la pregunta por lo que somos, y por nuestra capacidad infinita de transformación, no ha dejado de acompañarme. Me habita el deseo profundo de crear espacios donde el otro pueda sentirse visto, sentido y seguro. Donde lo que duele encuentre palabras, y donde lo esencial pueda emerger. Creo en una mirada que no corrige ni repara, sino que honra. Me formé en múltiples lenguajes del cuerpo y del alma pero lo que realmente me guía es el asombro. La certeza de que cada encuentro es único, irrepetible, y que algo profundo se revela cuando estamos verdaderamente presentes. Acompaño personas y grupos desde hace 25 años y en la actualidad he integrado CI en mi trabajo.

Si sientes que puedo caminar un tramo a tu lado, será un honor sostener ese espacio contigo.

“La ternura es el lenguaje secreto del alma cuando se siente a salvo “

"Durante mucho tiempo viví con el corazón endurecido. No porque quisiera, sino porque era la única manera que conocía de protegerme. Crecí en un entorno difícil, marcado por el miedo, la pérdida y el dolor. Aprendí muy pronto a desconectarme, a no sentir demasiado, porque sentir era peligroso. Y cuando uno pasa demasiado tiempo en esa tierra árida, empieza a pensar que es su verdadera naturaleza. Hasta que la compasión llegó a mi vida y pude entender que la dureza no era mi esencia, sino una defensa. Desde entonces, la pregunta por lo que somos, y por nuestra capacidad infinita de transformación, no ha dejado de acompañarme. Me habita el deseo profundo de crear espacios donde el otro pueda sentirse visto, sentido y seguro. Donde lo que duele encuentre palabras, y donde lo esencial pueda emerger. Creo en una mirada que no corrige ni repara, sino que honra. Me formé en múltiples lenguajes del cuerpo y del alma pero lo que realmente me guía es el asombro. La certeza de que cada encuentro es único, irrepetible, y que algo profundo se revela cuando estamos verdaderamente presentes. Acompaño personas y grupos desde hace 25 años y en la actualidad he integrado CI en mi trabajo.

Si sientes que puedo caminar un tramo a tu lado, será un honor sostener ese espacio contigo.

“La ternura es el lenguaje secreto del alma cuando se siente a salvo “