Ricardo es practicante de Compassionate Inquiry®, utiliza métodos budistas y prácticas chamánicas, es coach espiritual, arquitecto y profesor universitario. A través de retiros individuales y grupales, facilita la sanación y la transformación personal. Su trabajo crea espacios para la exploración profunda y la práctica encarnada, ayudando a las personas a superar los patrones y barreras que limitan su verdadero potencial.
Este artículo es un extracto editado de sus experiencias con la trascendencia espiritual, su camino personal y su trabajo con otros. Puedes escuchar la entrevista completa en The Gifts of Trauma Podcast.
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“Dentro de mi cuerpo están todos los lugares sagrados del mundo, y la peregrinación más profunda que puedo realizar es hacia mi propio cuerpo”. – Saraha
Aunque mi camino con el Budismo Tibetano comenzó por curiosidad más que por un deseo de escapar del sufrimiento, estaba impulsado por una búsqueda de espiritualidad y una comprensión más profunda de las perspectivas cosmológicas y filosóficas del mundo. Creciendo en un entorno católico, no encontré lo que buscaba, pero las enseñanzas del Budismo Tibetano resonaron profundamente en mí. Al principio, mi enfoque no estaba en la sanación, sino en la transformación hacia la liberación y la iluminación. Fue más tarde, al descubrir el Chamanismo, cuando el concepto de sanación emergió verdaderamente. Comencé a verlo como un medio para apoyar a quienes han sido afectados por traumas o situaciones que les dificultan prosperar.
Las conversaciones filosóficas tienden a ser intelectuales y abstractas, pero mi formación en Chamanismo, Terapia Somática y Compassionate Inquiry® me ha permitido integrar las experiencias corporales con los insights cognitivos, creando un enfoque más holístico hacia la sanación y la transformación personal.
En 2017, viajé a la Amazonía y me encontré en un pequeño pueblo junto a una familia de chamanes Shipibo. Fue allí donde experimenté la Ayahuasca, una experiencia somática y espiritual transformadora que profundizó mi comprensión de mí mismo y enriqueció mi práctica budista. Las enseñanzas que recibí del mundo vegetal en la Amazonía me revelaron una nueva realidad: una percepción profunda de la conciencia y la autocomprensión que marcó un cambio crucial en mi vida. Sin embargo, poco después de esta experiencia, atravesé un período de intenso sufrimiento: un divorcio, una crisis personal, una pérdida de identidad y la deconstrucción de mi persona.
Fue a través de este sufrimiento que mi comprensión del Chamanismo se profundizó. Me encontré necesitando algo que mi práctica budista y la meditación no podían ofrecerme: una forma de sanar y conectar más profundamente conmigo mismo. Así emprendí un curso de un año centrado en los cuatro elementos.
En un pequeño grupo de estudiantes, pasamos fines de semana inmersos en la naturaleza, aprendiendo prácticas fundamentales conectadas a los elementos. Cada fin de semana, nos enfocábamos en un elemento diferente: agua, fuego, tierra y aire. Realizamos ejercicios profundos, como entierros simbólicos en los que pasábamos 17 a 18 horas bajo tierra, enfrentando nuestros miedos y permitiendo que partes de nosotros mismos “murieran” simbólicamente. También llevamos a cabo búsquedas de visión, ayunos en la naturaleza sin comida ni agua, participamos en temazcales y ceremonias de medicina vegetal. Estas prácticas chamánicas, que combinan elementos físicos con una profunda conexión somática, se encuentran en culturas de todo el mundo. Aunque no son intelectuales, fueron profundamente desafiantes y transformadoras. Me enseñaron a sentarme profundamente conmigo mismo, permitiendo que las partes heridas o en lucha afloraran, para confrontarlas con aceptación y sanación.
Estas prácticas se convirtieron en los hitos más significativos de mi viaje. A través de las prácticas chamánicas y budistas, descubrí una forma de sanar mi alma liberándome temporalmente del dominio de la mente, entrando en una experiencia espiritual y corporal que trascendía el pensamiento intelectual. Mi camino hacia la sanación fue multidimensional, abordando cuerpo, espíritu y mente en paralelo o en diferentes momentos. Este enfoque me ayudó a superar patrones cognitivos y reconectar con mi verdadero ser.
¿Cómo uso estos métodos en mi práctica actual? Un ejemplo es un retiro de 4 días que dirigí recientemente en Escocia. Comenzamos con una ceremonia, seguida de tres días de profunda introspección, apertura y procesamiento de insights profundos. La ceremonia, con su naturaleza catártica, va más allá de la experiencia ordinaria. Es vital honrar las tradiciones humanas que han evolucionado con el tiempo. La ceremonia crea un espacio donde podemos abrirnos y recibir sabiduría, una oportunidad para trascender temporalmente el ego.
Al día siguiente, pasamos siete horas ascendiendo y descendiendo una montaña imponente en las Highlands escocesas. Esta jornada físicamente demandante permitió que el procesamiento intelectual de la ceremonia se conectara con algo más somático, más enraizado en el cuerpo. El esfuerzo físico de la subida apoyó la integración de la información a través de la experiencia corporal, abriendo una comprensión más profunda.
A través de prácticas como Compassionate Inquiry®, entendemos que el cuerpo almacena nuestras historias humanas, los recuerdos y emociones que necesitan salir a la luz. Al conectar con el cuerpo, podemos llevar esas historias al reconocimiento consciente. Esto es lo que llamamos Conexión Somática, una práctica central del Chamanismo durante más de 40,000 años. A lo largo de la historia humana, estas prácticas basadas en la naturaleza han sido fundamentales para nuestro bienestar presente y evolución futura.
Cuando nos reunimos como comunidad—alrededor de un fuego, tocando un tambor, cantando, bailando y entrando en espacios sagrados durante una ceremonia—participamos en una forma profundamente humana de enfrentar desafíos. Ya sean problemas personales, preocupaciones comunitarias o ambientales, estos rituales nos ayudan a reconectar con nuestro lugar en el mundo, liberar tensiones y promover la sanación. Fomentan una comprensión de nuestra posición dentro de la comunidad y la naturaleza, y nos brindan acceso a sabiduría, información y apertura.
Cuando sentimos tensión en nuestro cuerpo o mente, naturalmente buscamos traer apertura y libertad. En Compassionate Inquiry®, enfocamos nuestra atención en las áreas que se sienten contraídas o fuera de equilibrio, sabiendo que es allí donde el cambio necesita ocurrir. Es a través de este enfoque que podemos avanzar hacia una sensación de liberación, un cambio hacia la apertura y acceder al proceso de transformación.
The Gifts of Trauma es un podcast semanal que presenta historias personales de trauma, sanación, transformación y los regalos revelados en el camino hacia la autenticidad. Escucha la entrevista y, si te gusta, suscríbete, califica, comenta y compártelo.
